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Sin comida y sin agua, la realidad nos alcanza

Sin comida y sin agua no hay forma de que el ser humano pueda sobrevivir. Y que nos quedemos sin alimentos y el vital líquido es algo que parece sólo ser probable en alguna película, pero hoy puede ser una realidad.

En varios lugares del mundo la escasez de agua y comida ya es una realidad. El cambio climático cada día nos trae nuevas sorpresas, temperaturas extremas y sequías importantes que afectan las cosechas y a muchos animales, pero también los de ganado.

Como si ése no fuera ya un problema grave, hoy la falta de granos se ha agudizado con la invasión de Rusia en Ucrania, debido a que son los dos más grandes exportadores de granos en el mundo como trigo y cebada.

La bandera de Ucrania tiene un significado importante, una franja azul horizontal sobre una amarilla que reflejan los cielos azules con los campos dorados de trigo. Pues sí, esos y otros granos junto con Rusia que es el segundo mayor productor, ahora con la invasión de Rusia a Ucrania el desabasto se empieza a resentir en el resto del mundo.

Hoy se niega esta crisis desde Palacio Nacional, pero estamos hablando de una situación a nivel global que no se puede detener u ocultar y que en cualquier momento perjudicará a nuestro país.

Además, existe una crisis de agua a nivel mundial que está afectando gravemente a México, hoy hay una escasez seria de agua, por ejemplo en Nuevo León, en Sinaloa, en Sonora y otros estados. Las sequías de los últimos tiempos han dejado estragos importantes.

Con la crisis alimentaria los que más padecen son los países en desarrollo de Medio Oriente, África y Asia, pues los granos producidos en Ucrania llegan principalmente a países como Yemen, Sudán y el llamado cuerno de África comprendido por Eritrea, Somalia, Etiopía y Yibuti, donde enfrentan una de sus peores sequías durante cuatro décadas.

 

Hablamos de 400 millones de personas que dependen de los suministros alimentarios de Ucrania, de acuerdo con expertos de la Universidad de Massachusetts. Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) proyecta que hasta 181 millones de personas en 41 países pudieran enfrentar este año una crisis alimentaria o peores niveles de hambre.

Escasez ya pega en varios estados

Se estima que la producción mundial de trigo, arroz y otros granos alcance dos mil 780 millones de toneladas este año, 16 millones menos que en 2021, lo que constituye la primera declinación en cuatro años, dijo la FAO.

Los precios del trigo subieron 45% en los primeros tres meses del año en comparación con el mismo lapso del año previo, de acuerdo con el índice de la FAO. El aceite vegetal subió 41%, mientras que el azúcar, la carne, la leche y el pescado también subieron en porcentajes de dos dígitos.

Los incrementos impulsan una mayor inflación en todo el mundo, haciendo más caras las provisiones. Pero en México además tenemos la crisis de seguridad, de crimen organizado que ha cobrado tanto a los distintos negocios, que hay estados con escasez de pollo, el precio del limón y el aguacate se han elevado muchísimo y todo esto por las extorsiones.

En abril pasado, este año alcanzó el máximo histórico con mil 142 víctimas de extorsión, y ésas son las personas que han declarado, porque la cifra negra debe de ser mucho más alta.

Además de esta guerra entre Ucrania y Rusia que lleva ya 177 días, preocupa las malas cosechas del año pasado en Estados Unidos y Canadá, y una sequía que dañó las cosechas de soya en Brasil, mientras que en marzo una ola de calor en India redujo el rendimiento de los cultivos de trigo.

El primer país que ya declaró emergencia por crisis alimentaria fue Chad el pasado 3 de junio, según Naciones Unidas, 5.5 millones de personas en Chad necesitarán ayuda alimentaria este año.

Este país africano se encuentra liderado por un Consejo Militar de Transición tras la muerte en abril del 2021 de Idriss Déby, en combates con los rebeldes del Frente para la Alternancia y la Concordia en Chad (FACT).

En cuanto a la escasez de agua suena impensable que lo padezcan habitantes de Monterrey, la segunda ciudad más importante de México, pero es la realidad que viven a diario desde hace un mes, urge que llueva en esa zona norte del país.

Es una de las crisis por desabasto de agua más severas de los últimos 20 años ocasionada, principalmente, por una baja constante en los niveles de lluvia registrado en los últimos nueve años, el crecimiento en la demanda y los altos niveles de consumo promedio por habitante.

La crisis actual de suministro de agua inició cuando las presas comenzaron a secarse y a que se otorgaron concesiones para la extracción de agua de forma irregular.

En el caso de Nuevo León, el mayor volumen de agua se destina a actividad agrícola, luego para la industrial y en tercer lugar para la urbana.

La desesperación es tanta que incluso residentes de la zona metropolitana han decidido tomar agua tratada de los aspersores y hasta se convocó a un “baño masivo” en el canal del paseo Santa Lucía.

Por si fuera poco, el director de Agua y Drenaje de Monterrey, Juan Ignacio Barragán, informó que derivado de una enorme fuga de agua que se detectó en la línea de la presa El Cuchillo, el 50 por ciento de la población del estado podría quedarse sin suministro.

La situación más reciente por la crisis de agua la vemos en esta entidad, pero en la Ciudad de México algunas alcaldías reportan la escasez de agua, principalmente ocurre en Iztapalapa y Azcapotzalco, también ocurre en municipios mexiquenses como Ecatepec o Chalco.

Y en regiones al sur del país ni siquiera existe infraestructura para que los pobladores puedan acceder al servicio, pues necesitan recorrer kilómetros a pie para obtener una cubeta de agua.

Si bien pudiéramos pensar que hablar de falta de agua y alimento es una exageración, no lo es, ya estamos sufriendo los estragos y si no se hacen políticas públicas ahora, en pocos años la situación será insostenible.

Pero claro, hablar de políticas públicas para que el sistema de alimento y agua no se colapse en 20 años no deja votos y nuestros políticos están pensando únicamente en las próximas elecciones.