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Trump quiere “soltar al tigre”

En una convención bancaria en Acapulco, el Presidente López Obrador, candidato en ese entonces, estamos hablando de meses antes de la elección, dio un discurso que dejó, por decir lo menos, preocupado al auditorio.

 “Si las elecciones son limpias, libres, me voy a Palenque, Chiapas, tranquilo… Si se atreven a hacer fraude electoral, me voy también a Palenque y a ver quién va a amarrar al tigre.

“El que suelte al tigre, que lo amarre, ya no voy a estar deteniendo a la gente luego de un fraude electoral, así de claro”, dijo el entonces candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia.

Pues ahora, Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, amenaza con “soltar el tigre”.

Sí, parte de su base son esas personas.

Le ha hablado a su base dura, y aunque no aclaró si se postulará como candidato, Trump realizó un mitin en Conroe, Texas, este fin de semana, donde indicó que indultará, de ser necesario, a todos los que participaron en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.

“Si me presento y si gano, trataré a esa gente de forma justa, y si eso requiere perdones, pues les daremos perdones, porque están siendo tratados de una manera tan injusta. Salven a Estados Unidos”, dijo desde un podio azul.

Estamos hablando de las personas que asaltaron el Capitolio, donde hubo muertos y se trabajó para que no se permitiera la victoria del presidente Biden. Un acto histórico que intentó hacer tambalear la democracia de Estados Unidos.

En pocas palabras, le está diciendo a esa gente que se manifieste y sea provocadora y que él los salvará de pisar la cárcel. Recordemos que varios de los asaltantes al Capitolio hoy enfrentan demandas penales y están en la cárcel.

Es parte de su campaña rumbo a las elecciones presidenciales, que se realizarán en dos años. Desde 2019 el expresidente no había vuelto a poner un pie en esta zona texana, pero ahora regresó con un discurso que es más duro y directo.

Su promesa de indulto es para más de 700 personas que han sido procesadas hasta ahora por participar en el intento de asalto, para impedir la confirmación de la victoria electoral del demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre de 2020.

Once de los imputados están acusados de sedición, mientras que 165 se han declarado culpables. Muchos han alegado que, al entrar por la fuerza en el edificio del Congreso, no hacían más que seguir órdenes de Trump.

En ese 6 de enero de 2021, unas 10 mil personas marcharon hacia el Capitolio y unas 800 irrumpieron dentro del edificio. Cinco personas murieron y cerca de 140 agentes fueron agredidos.

Ahora, el republicano también instó a sus simpatizantes a organizar protestas masivas si los fiscales de Atlanta y Nueva York emprenden medidas contra él, en el primer caso por el intento de anular los resultados electorales en Georgia, y en el segundo, por fraude fiscal en sus negocios.

Y de nuevo arremetió contra los medios de comunicación, dijo que: “la prensa es la enemiga del pueblo. Los medios corruptos destruirán nuestro país”. Y luego, criticó a los fiscales independientes y a los demócratas.

Se debe a que sus discursos y campañas no están sólo dirigidos a los votantes, sino a quienes ocupen algún cargo que controle el sistema electoral estadounidense.

Hoy, Trump busca nuevas alianzas políticas que giran alrededor de temas como la obligatoriedad de la mascarilla, los requisitos de vacunación, la ventaja de no estar inmunizado y otros temas controversiales.

Cuentan con el apoyo del multimillonario Patrick Byrne, quien tiene un patrimonio neto de unos 75 millones de dólares y es el antiguo consejero delegado de la cadena de muebles Overstock.

También está el apoyo de las redes sociales que se utilizan, como Telegram, porque otras redes sociales, como Twitter, le han cerrado su cuenta por el riesgo de que sus mensajes podrían llamar a una insurrección.

Se han transmitido mensajes también, por ejemplo, en  medios cristianos-evangélicos, con desinformación política.

Bannon, por ejemplo, usa su podcast War Room para defender el plan de “tomar el control del Partido Republicano a través de los comités de distrito”, invitando a participar en el programa a posibles candidatos. Con decenas de millones de descargas, su podcast ha encontrado su ruta entre un gran número de seguidores de Trump.

En diciembre, el que fue asesor especial de Trump dijo a la cadena CNN que War Room era una herramienta para ampliar la base electoral. “Se trata de ganar las elecciones con la gente adecuada”, dijo que será “gente en todos los niveles socioeconómicos”.

Parte de los mensajes políticos de Bannon se han transmitido por canales alternativos de redes sociales, donde se pide a los aliados conservadores y de extrema derecha que difundan el evangelio pro-Trump, y ayuden a ampliar a nivel local la base electoral.

Michael Flynn, por su parte, ha sido el orador estrella de ReAwaken America, las autodenominadas conferencias de “salud y libertad”, donde combinan temas evangélicos con desinformación sobre las elecciones de 2020 y dudas sobre las vacunas.

El teniente general retirado ha sido criticado por defender de manera autoritaria “una sola religión”, así como por hablar en eventos con fuerte presencia de simpatizantes del movimiento de la conspiración Qanon, el grupo extremista de las teorías conspiradoras que está en contra de las vacunas, varios de cuyos integrantes fueron detenidos en el asalto al Capitolio.

En mayo de 2021, los adeptos a Flynn aumentaron cuando lo nombraron presidente de America’s Future, otra organización sin ánimo de lucro que, a su vez, se ha asociado con Turning Point USA y otras para formar la alianza County Citizens Defending Freedom USA, todas a favor de Donald Trump.

En tanto, The America Project supera los 9.5 millones de dólares recaudados, siete de ellos donados por Byrne, quien indicó que con el dinero financió auditorías electorales en otros estados, además de Arizona.

Así es como Donald Trump va construyendo su red para regresar al poder, con un grupo de extrema derecha que no busca que Estados Unidos sea mejor, sino más racista y más dividido, por ello, su discurso de posibles indultos no debe ser echado por la borda, porque es un plan que lo lleva a un beneficio mayor, a costa de otros.

Es una situación muy preocupante, porque Trump podría soltar el tigre en los Estados Unidos.