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Un Metro sin delincuentes

Este pasado mes de febrero en el Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México se vivió una de las etapas más críticas en materia de seguridad, se estaban cometiendo cerca de 30 delitos por día.

Con la crisis llegó el cambio de estrategia y se recuperó el control de la seguridad. Hoy se ha logrado disminuir en 36 por ciento los delitos.

Trabajar en la seguridad del Metro de la Ciudad de México no es tarea sencilla, todos los días lo utilizan 5.5 millones de personas. Es una ciudad en sí, con la misma población que por ejemplo de Nicaragua, Dinamarca o Emiratos Árabes, con mayor población que Singapur para dar ejemplos.

Hice un recorrido por las áreas de seguridad de este medio de transporte público y los vagones. Platiqué con la directora general del Metro, Florencia Serranía Soto, quien asegura: “lo que pasa en el Metro es termómetro muy importante para la ciudad, es un reflejo de lo que está sucediendo no solamente en la ciudad, porque recordemos que el Metro es una instalación metropolitana”.

Llegamos al centro de seguridad del Metro. Más de cuatro mil cámaras son monitoreadas. Y agentes expertos en monitoreo facial las vigilan.

La doctora Serranía asegura que se está haciendo trabajo de investigación y que se tiene en imágenes a aquellos que han cometidos delitos en las instalaciones para retirarlos de éstas antes de que vuelvan a delinquir.

“Una estrategia que nos ha funcionado muy bien es conocer profundamente lo cotidiano para detectar inmediatamente lo extraordinario. Diariamente con los policías, nosotros tenemos cinco mil 600 efectivos en el Metro, vigilando que las cosas marchen como tienen que marchar y para que podamos vigilar, yo como te voy a vigilar a ti si no te conozco, cada policía tiene la obligación de conocer los movimientos cotidianos de su estación, de su puesto del torniquete, quien entra, quien es oficinista, quien anda por allí, quien es ambulante, quien es vagonero, todo eso es muy fácil de detectar después de una semana de estar en una estación.”

La rotación de personal ha disminuido, y se conocen muchos de los rostros de los delincuentes, quienes no operan solos, siempre son grupos de entre 4 a 10 personas. Los que distraen a la víctima, los que empujan, los que roban.

Los delincuentes no utilizan identificación, así cuando son remitidos al Ministerio Público no se puede acreditar su reincidencia.

La doctora Serranía asegura que conocer el movimiento del Metro y que el no tener gran rotación de personal, permite detectar con mayor facilidad quienes son los delincuentes.

“Esta parte de detectar lo cotidiano para que lo extraordinario salga a flote inmediatamente, nos ha funcionado muy bien y las cifras están allí, entonces uno de los comandos diarios que tienen nuestros elementos de la policía, que no siempre se cumple, pero que vamos a llegar hacia allá, es saluda a tu usuario, míralo a los ojos, mira quién es, es una mujer, entró contenta, entró o con cara de preocupación, o entró un niño sin padre, entró alguien con un gran bulto, eso es lo que nos va a empezar a definir la cotidianidad de una estación, entonces cuando algo diferente ocurra pues sabemos que tenemos que atacar ahí.

“Nosotros tenemos el apoyo en piso de todos los elementos, pero desde cámaras también estamos viendo, entonces cuando nosotros nos comunicamos, ya te explicaron aquí como funciona, nos comunicamos del centro de control hacia abajo que antes eso no sucedía, entonces sabemos oye aquí nos está entrando una cara del ‘Chocorrol’, la cara de la ‘Güera’, la cara tal, entonces en ese momento actuamos y lo sacamos.

“Lo que queremos es prevenir, yo creo que la prevención está, existe en la medida del acercamiento, y el acercamiento del policía es que te conozca y que tú como usuario también tengas un respeto del trabajo del policía, a veces es demasiada agresividad estar transitando dentro de nuestras instalaciones con prisa, si llegas tarde te van a correr, etcétera, pero en la medida que tú formas tu comunidad, yo creo que la ciudad empieza a funcionar mejor, entonces yo creo que sobre todo en el Metro, porque al final, pues somos una ciudad subterránea no, movemos 5.5 millones de usuarios todos los días.

“Una de las acciones más importantes que se tomaron: uno, hemos tenido más de 30 mil remitidos, entre Juzgados Cívicos y Ministerio Público, y de parte del Metro lo que nos toca es llegar y presentarlos y apoyar a la defensa del Metro, de los usuarios para que no haya reincidencia, para que existan remisiones firmes y lo que hemos hecho es mantener esa cifra, entonces al día de hoy llevamos casi 40 mil remisiones a Juzgados Cívicos y Ministerio Público y, por otro lado, tenemos los rostros de todos los infractores y delincuentes que hemos remitido desde el Metro, entonces esa parte es muy importante porque hoy los delincuentes saben que tenemos el rostro.”

También se está trabajando con inteligencia en seguridad. La doctora Serranía asegura que los derechos humanos de los 5.5 millones de usuarios son mucho más importantes que los delincuentes y que aquel que haya ya cometido delitos en el Metro no será bienvenido en ese medio de transporte público.

“¿Cuál es la estrategia más importante? Uno, gran número de revisiones diarias, como tú te has dado cuenta en el Metro sacamos a los ambulantes y a los vagoneros; hoy no hay ambulantes en el Metro  y cada vez hay menos vagoneros, los usuarios nos ayudan para eso, y la otra es tener los rostros de cada uno de los delincuentes del Metro y lo que ha sucedido es que han empezado a migrar, o sea hoy en el Metro no se encuentran; muchas veces desde el centro de control de seguridad del Metro, detectamos cuando uno de estos rostros entra y antes de que se le ocurra está fuera, entonces está fuera y lo remitimos, entonces para ellos se ha incrementado el costo de venir a delinquir al Metro, que yo creo es lo más importante.”

 

Y así es como se mantiene la seguridad en el Metro de la Ciudad de México que está cumpliendo 50 años del inicio de su construcción con sus 12 líneas y 195 estaciones que corren a través de puentes, pasos a desnivel, grandes edificios y calles a lo largo de más de 220 kilómetros en la capital y el Estado de México, para transportar diariamente a 5.5 millones de personas.