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Veracruz en crisis

Si la seguridad en el estado de Veracruz ha estado fuera de control desde hace tiempo, ahora la situación se complica.

 

En estos últimos días, el puerto jarocho vivió horas de terror. Al menos nueve de sus municipios sufrieron bloqueos, emboscadas a policías, ataques a hospitales,  agresiones con granadas a instalaciones de seguridad, varios homicidios, secuestros, confiscación de campamentos al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), además de una psicosis entre la población.

Todo comenzó la noche del jueves 14 de marzo sobre el kilómetro 17 de la carretera federal 145, en la comunidad de Joachín, Tierra Blanca, cuando dos grupos de la Fuerza Civil que regresaban de la audiencia de una persona detenida en Córdoba, fueron emboscados por un convoy de unos 27 vehículos.

 

A las 02:07 horas, del viernes 15 de marzo, se confirmó a través de Twitter la muerte de uno de los elementos atacados. En el lugar de la emboscada quedaron varias unidades policiacas calcinadas con bombas molotov.

En grupos de WhatsApp se difundió el llamado de auxilio de los policías estatales  que, desesperados, advertían sobre la persecución. “Nos vienen siguiendo, ¡ey!, dejen sus mamadas. Nos están detonando (…) Van rumbo a Coatzacoalcos, nos van bloqueando estos hijos de su puta madre. Son como 15 o 20 camionetas del Cártel de Jalisco, son Suburban blancas con logotipos”.

Pero la agresión no quedó ahí, ya que el convoy avanzó otros 30 kilómetros hasta la entrada de Tierra Blanca. En la delegación regional de la SSP, criminales y policías se enfrentaron por varios minutos. En ese lugar un civil resultó herido.

Tras los hechos, elementos de la Policía Federal realizaron una búsqueda para dar con los responsables. A bordo de una aeronave los uniformados observaron a personas que viajaban en un convoy de 27 camionetas y que minutos antes habían agredido a sus compañeros; los agresores, que portaban armas largas y las insignias del CJNG, incendiaron vehículos en el lugar.

Horas más tarde fueron colocadas al menos cinco mantas firmadas por el CJNG en el municipio de Boca del Río, una de ellas fue colgada en la entrada principal del estadio de futbol Luis Pirata Fuente.

El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, asegura que la situación de violencia en el estado se encuentra bajo control; es más, dijo que los hechos del fin de semana son una respuesta del crimen organizado ante las acciones de su gobierno. La realidad es que Veracruz no se encuentra bajo control y la violencia va en aumento.

En marzo de 2017 publicaba en esta columna que en ese estado se habían detectado decenas de fosas comunes, y que había más de mil 100 desaparecidos con averiguación previa y se estimaba que además había otras dos mil personas que no aparecían. Sigue sin que se sepa aún del paradero de la gran mayoría.

En ese entonces Jorge Winckler, el fiscal del estado, tuvo que aceptar: “Veracruz es una gran fosa, quizá una de las más grandes del mundo”.

En 2017 entrevisté al padre Alejandro Solalinde y aseguraba que decenas de fosas clandestinas se iban a descubrir en Veracruz.

“Desde hace años yo dije que México era un cementerio de migrantes y un fosario, lo dije porque desde entonces yo sabía muchas de esas cosas”.

En ese entonces le pregunté a Solalinde: ¿me está diciendo que van a aparecer más fosas comunes?

—Sí, mire, tienen que aparecer muchísimas en Chiapas, ahí hay muchísimas, muchísimas, en Oaxaca, en Tabasco, Veracruz; en Tamaulipas ya empezaron a salir algunas, en Coahuila también, por lo menos en esta parte, muchísimas, ya no se diga…

Los desaparecidos son, en su mayoría, producto de ajustes de cuentas, secuestros, algunos son delincuentes, otros sus víctimas. Muchos otros son migrantes centroamericanos.

En ese entonces el puerto de Veracruz se convirtió en punto estratégico para los cárteles del Golfo y Los Zetas, que lo utilizaban como base en el trasiego de cocaína y drogas sintéticas a Estados Unidos y Europa.

Hoy el tema se complica. El territorio de Veracruz ahora no sólo se lo disputan los del Cártel del Golfo y lo que queda de Los Zetas, sino que ahora también busca ganar terreno el Cártel Jalisco Nueva Generación. Hoy éste es el grupo criminal más poderosos y el que genera mayores recursos económicos en México. También es responsable de buena parte de la violencia que se vive.

Este fin de semana se implementó un operativo donde decomisaron una casa de seguridad en el rancho Isla de los Pajaritos, en la comunidad de Otapa, Tlalixcoyan. Esta incursión dejó como saldo el abatimiento de cuatro presuntos integrantes del CJNG; además se confiscaron armas largas, cargadores para armas de distintos calibres, varios juegos de esposas, chalecos y cascos balísticos, mercancía de abarrotes y cinco camionetas.

Los miembros del CJNG buscan mostrar su poderío, por eso imprimen las iniciales que los distinguen en uniformes, armamento y automóviles. Pero además buscan retar y confrontar a la autoridad. Por eso de los enfrentamientos se pasó a los bloqueos carreteros.

En Catemaco sujetos armados incendiaron un tráiler y posteriormente bloquearon la carretera federal 180 Matamoros-Puerto Juárez.

Además, cinco tráileres fueron quemados sobre la carretera federal Córdoba-La Tinaja, en el municipio de Cuitláhuac, en la zona centro de la entidad.

Mientras que en el municipio de Acayucan, dos autobuses de pasajeros fueron interceptados cuando circulaban por la carretera federal 185, tramo Jáltipan-Acayucan. Los vehículos fueron pintados con las siglas del CJNG.

También formaron un convoy de al menos 15 vehículos que atacó con granadas y armas de grueso calibre la base de la Fuerza Civil en Jáltipan de Morelos, sin que se registrara pérdida de vidas.

El mismo sábado, hombres armados, en al menos seis camionetas, agredieron a elementos de la Fuerza Civil de Veracruz en el Hospital de Yanga; ahí resultó herido un oficial de la corporación.

Finalmente, dos menores de edad fueron rescatadas por elementos de la Fuerza Civil en el Fraccionamiento Las Vegas 2, de Boca del Río.

El inmueble donde hallaron a las dos víctimas era un centro de operaciones de una célula del CJNG. Ahí detuvieron a ocho personas, entre ellas tres menores de edad; además, se aseguraron una camioneta, dos armas cortas y una larga, cargadores, cartuchos útiles de distintos calibres, equipo táctico y lonas con las siglas del CJNG.

Los hechos violentos continuaron hasta el domingo, dejando un saldo de 111 personas muertas, entre ellas una mujer embarazada que murió de un disparo en la cabeza.

Entre otros hechos violentos se confirmó la detención en Jalisco de Heleno “N”, alias El 20, señalado como uno de los principales lugartenientes de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, líder del Cártel Jalisco.

El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, dijo que los operativos en las entidades han “acotado” y “debilitado” a las organizaciones criminales que mantienen una pugna. Y tiene razón, pero en el proceso se incrementa la violencia. Son los propios grupos criminales quienes generan mayor salvajismo para enfrentar a las autoridades.

 

La estrategia de seguridad es la correcta, y si no se enfrenta con toda la fuerza del Estado a estos criminales, acabarán por tener ellos el control del territorio.