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Y también nos rezagamos en el futbol

Ahora que acaba de terminar el Mundial de futbol en Rusia, una de las cosas que ha llamado la atención es que, a semifinales no ha llegado ningún país latinoamericano.

 

Las causas no son sólo deportivas. Pueden, y deben, tener lecturas sociales y económicas importantes.

Brasil, Argentina y Uruguay no sólo son parte del grupo élite de campeones mundiales, son también productores de grandes talentos; sin embargo, los tres países pasaron de ser protagonistas del futbol a sólo ser exportadores de talento.

Tan sólo entre estos tres países se exportan más de dos mil 200 jugadores al extranjero, la mayoría de ellos a Europa. Pero algo extraño pasó: teniendo a grandes jugadores, casi ninguno trabajó en equipo.

Pero lo cierto es que este Mundial ha desnudado nuevamente a los países de Latinoamérica. Para los especialistas, el fracaso de las selecciones latinoamericanas, no sólo se limita a su nivel deportivo, sino que, en gran parte, es reflejo de la concepción política de la sociedad.

La política latinoamericana se reflejó también en los manejos de las distintas federaciones de futbol.

El ejemplo europeo indica que lo importante no es tener un “buen gobernante”, sino un buen gobierno, y ese sentido, trasladarlo al deporte. Es decir, lo fundamental es formar buenos jugadores a partir de la solidaridad del equipo; contrario a como se hace en este continente, donde, generalmente, el conjunto se construye alrededor de una gran figura.

Qué ejemplo más claro que una selección Argentina, que tiene uno de los mejores jugadores del mundo: Lionel Messi, cuya selección no supo, o quiso, jugar en equipo con él.

Esa concepción europea de lo individual a partir de lo colectivo se ve reflejada en la estructura y juego de sus selecciones; no sólo como un deporte, sino como una expresión sociopolítica. Está el ejemplo de Croacia, que viene saliendo de la Guerra de los Balcanes y que ha sabido sobreponerse y trabajar en unidad por el bien del país, de su sociedad; y eso reflejó su selección nacional en el Mundial.

La diferencia entre Latinoamérica y Europa también radica en la organización y en el trabajo de sus federaciones de futbol. Mientras en Europa, la mayor parte de las federaciones trabajan de manera ejemplar, en Latinoamérica dejan mucho qué desear.

La Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol) fue la confederación más golpeada tras la investigación del FBI, que sacudió también a la FIFA y la UEFA.

En los últimos años se han revelado casos de corrupción en los más altos funcionarios de la Confederación Brasileña de Futbol (CBF), la Asociación del Futbol Argentino (AFA) y la Asociación Uruguaya de Futbol (AUF).

Brasil, una de las diez mayores economías del mundo, tiene un mercado publicitario más grande que el de España e Italia; pero esto ha sido aprovechado por dirigentes que han hecho malos manejos de los recursos. A finales del año pasado, José María Marin, expresidente de la CBF, fue declarado culpable de lavado de dinero en Estados Unidos; y en abril de este año, la FIFA suspendió de por vida al que era el presidente vigente, Marco Polo del Nero, por haber recibido sobornos.

João Havelange, el presidente brasileño de la FIFA durante casi dos décadas, tuvo que renunciar a su cargo de presidente honorario tras las denuncias de corrupción.

En Argentina, el panorama no es distinto. Por tres décadas dominó la figura de Julio Grondona, el presidente de la AFA de 1979 hasta su muerte, en 2014. En lo que respecta al futbol uruguayo, sus federativos también han sido investigados o encarcelados; como Eugenio Figueredo, expresidente de la AUF.

Sin duda, el desempeño de nuestras selecciones de futbol están relacionadas con lo que sucede en cada país. La historia  reciente de América Latina  la vimos reflejada en los partidos del Mundial.

Es un tema que se tiene que analizar, porque talento hay; ahora se necesita organización, objetivos claros, un buen manejo de las federaciones y, sobre todo, trabajar en equipo.

Bien dicen que el futbol puede unir a todo un país. Ojalá se trabaje bien para lograrlo, porque el desempeño en la cancha de futbol nunca ha sido ajeno a la política.

Triunfa el equipo sobre figuras

Expertos consideraron que los equipos latinoamericanos salieron temprano de la justa mundialista de Rusia porque mientras Europa ha dado seguimiento a sus jugadores  y ha invertido en ello al menos una década, en América Latina, los futbolistas están cada vez más lejos de su afición porque ya no son formados en el Boca Juniors o el River Plate, el Peñarol o el Nacional, el Flamengo… sino en el Real Madrid, el Barcelona, el Bayern Múnich, la Juventus, el Chelsea o el United.

Y es que en cuanto detectan algún jugador con talento, alistan su fichaje en Europa para aliviar la situación económica de los clubes locales.

 

A través de su historia, America Latina ha a aportado grandes figuras que fueron clave para conquistar Mundiales; tal es el caso de Pelé o Maradona. Ahora hay grandes talentos, como Lionel Messi o Neymar, pero  sus selecciones regresaron a sus países con la derrota a cuestas.

Según Raúl Gutiérrez, en este campeonato mundial no brillaron las figuras, sino los colectivos, y en eso Europa se llevó la delantera.  En especial Francia, a la que se calificó como un equipo muy ordenado y se quedó con la corona.

“Ha prevalecido el colectivo por encima de la figura y por eso es que los equipos que se perfilan para campeones tienen un alto valor colectivo y sus figuras trabajan para el equipo. Están regresando a la base original del futbol asociación”, dijo el entrenador Gutiérrez de la Sub 17 de México que fue campeona en 2011.